domingo, 9 de diciembre de 2007

Rec.

El cine es el séptimo arte. Un profesor de la facultad lo comparó una vez con la hipnosis. Te prestas voluntario, sabes lo que puede pasar y empiezas a vivir cosas que no están sucediendo, cosas que, en cierta manera, no son reales. Pero que en ese momento las vives como si lo fueran.

Más que un arte, el buen cine, me parece más una magia. Una magia que es capaz de transportarte a sitios en los que nunca has estado y nunca estarás, capaz de presentarte a cualquier tipo de personaje, que es capaz de hacerte reir, llorar, enamorarte, asustarte... puedes recorrer todo el abanico de sentimientos y sensaciones antes de llegar al último fotograma.

Su poder cautivador puede lograr que te olvides de todo lo que está a tu alrededor hasta conseguir que no te enteres de que la persona que está a tu lado te está hablando, incluso olvidar que está ahí. Te sumerges en lo que te cuenta y el resto deja de importar durante lo que dure la película.

Imaginad por un momento que toda esta magia la concentramos en treinta o en veinte segundos. Imaginad que conseguimos crear un truco cautivador que nos transporte a vivir experiencias lejos de donde estamos. Imaginad que este arte en pequeñas dosis fuera posible.

Los que lo habéis conseguido imaginar, enhorabuena, habéis conocido la publicidad del futuro.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Y estas palabras se le han escapado del alma a...

lavueltica dijo...

Quién anda ahí!
aaaiihhiiiiiiiiiiiihhhhhhiinnteerneeeeeet
vienes a por mí?
Quién te envía?

tenacitas dijo...

Es que ese día andaba un poco suetecico